Ubicado en el corazón europeo, entre los Alpes y el Mediterráneo, dueño de una gran diversidad de paisajes, con atractivos naturales, muchos de ellos Patrimonio de la Humanidad, Eslovenia es un destino para descubrir. Su compromiso con los criterios del Turismo sostenible posibilitó que se le otorgara a su capital, la ciudad de Ljubljana, el título de la Capital Verde de Europa en el 2016.

La Cueva de Postojna, es la cueva kárstica más visitada de Europa y con mayor biodiversidad del mundo. En ella se pueden observar estalagmitas, estalactitas y otras formaciones creadas por el agua, visitada desde hace más de 140 años, ha recibido mas de 38 millones de visitantes. En su interior hay 5 kilómetros de caminos preparados para realizar visitas turísticas.

La Cueva de Pstojna es el paraíso de las estalactitas.

Muy cerca de allí y conectado a la cueva con misteriosas galerías, se encuentra el Castillo de Predjama, situado en una pared rocosa de 123 metros de altura. El castillo, que en ocasiones fue escenario de películas, servía en el siglo XV como guarida a su legendario dueño, Erasmo de Predjama.

El Castillo de Predjama, enclavado en la entrada de una cueva, encierra enigmáticas historias.

Sin lugar a dudas el lugar más encantador y mágico de Eslovenia es la ciudad de Beld. Pintoresca y de cuentos de hadas, se encuentra a orillas del famoso Lago homónimo con su encantadora isla, la vista más espectacular del lago y los Alpes que lo rodean se abre desde el castillo que se encuentra en una roca sobre el espejo de agua. Un lugar de ensueño, ideal para realizar turismo activo. Se puede practicar senderismo, andar en bicicleta o simplemente cruzar a la isla en las tradicionales embarcaciones “pletne” para visitar en ella la Iglesia de la Asunción de la Virgen.

Ljubljana, una de las capitales más bellas de Europa. Su imagen fue diseñada por el famoso arquitecto Jože Plečnik. quien rediseñó la ciudad a semejanza de la vieja Atenas.

La arquitectura de Plecnik, clásica e innovadora

Hay mucho por ver y hacer en esta pequeña ciudad. Sobre ella el Castillo de Ljubljana es accesible en funicular. Su casco antiguo con numerosas y pequeñas tiendas, mercados al aire libre merecen un paseo también.

El Castillo de Lujbljana domina la vista de la ciudad

Amigable con el medio ambiente, donde la bicicleta reemplazo al automóvil, en ella se respira tranquilidad en un clima juvenil y con muchos espacios verdes. Sus habitantes tienen otro ritmo, una vida más calma durante el día y muy animanda durante la noche.

Ljubljana es una ciudad que vive en contacto con la naturaleza y tiene unas avanzadas medidas de desarrollo sostenible, será una de las tantas ciudades que visitaremos en nuestro próximo viaje a los Balcanes. No te lo pierdas!

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